Bandido.
El silencio predominaba en la escena, cuerpos desperdigados en el espacio alumbrados por la luz de la luna, sin embargo, el ruido que hubo en algún momento seguía emitiendo una tenue pulsación, y mis pensamientos seguían el compás del sonido, la batalla había durado alrededor de 4 horas, y había pasado poco tiempo antes de que los encontráramos, si no nos hubieran entretenido con los engendros, tal vez abríamos podido auxiliarlos. Y aunque muy al contrario de mis instintos deje escapar un grito que retumbo en el silencio, grite a la noche, grite para callar mi tristeza, grite para sacar mi coraje.. le grite a los sonidos que no alcance a tiempo. Solo quedaba una cosa por hacer… Robarme el silencio.
– Esta tribu que se encuentra aquí,- Zeetzh empezó a hablarle a la nada con la mirada fija en la luna.- Fue hace tiempo mi familia, convivimos y compartimos muchas noches como esta, éramos nómadas del bosque, nómadas del silencio. No necesitábamos palabras para entender lo importante, lo que en verdad comunica, no había mentiras ni palabras hirientes, todos estábamos conectados por el mismo lenguaje, y nos conocíamos a fondo, no había secretos, conocíamos un lenguaje que no necesita de palabras…
– Su voz se fue apagando mientras hablaba, pero recupero la fuerza y continuo.
– Pero aquí delante de los caídos, el silencio reclama al sonido y pide algunas palabras. No, realmente esta exigigiedo que sean dichas. Necesita algunas frases que inmortalicen este instante, pero en este momento solo estoy yo, Zeetzh nacido bajo el nombre de la luz pero criado en la oscuridad. Un desterrado y solitario hombre, pero gracias a esto conozco lo que necesita este silencio, aquí y ahora soy un ladrón robándole al silencio, para que no se escuche, para que nadie mas entienda sus secretos. Esta noche y esta gente solo piden por estas simples palabras…
…los amo, y siempre fue asi, ahora descansen en paz…
Cuando alcance a Zeetzh la escena que encontré era devastadora, cuerpos por doquier, una tribu totalmente aniquilada, voltee a verlo y de repente una vibración muy grande hizo que me hincara por la presión y la gravedad que contenía y oí gritar a Zeetzh, por primera vez movió la boca, sus lagrimas se derramaban hasta caer al suelo mientra el estaba arañando y golpeando el piso. Nunca le había visto reaccionar ante nada, luego se levanto seco sus lagrimas y empezó a hablar.
Terminado su discurso funerario se volteo hacia mi y me dijo:
-Ellos son los guerreros silenciosos, viví con ellos toda mi infancia y me enseñaron sus secretos, cuidaron de mi madre el día del parto y me dieron un hogar cuando ella murió. Parece que trataron de rescatar a Lunaris y darme un mensaje, lo ocultaron en el silencio, me piden que busque al guardián del tiempo, pero primero necesitamos rescatar a mi hermana. Para eso te necesito a ti, ella es la nueva guardiana de la luz pero probablemente la tiene alguno de los capitanes de la oscuridad, no será fácil encontrarla ya que ellos pueden crear una barrera de oscuridad, pero no pueden ocultar sus sonidos como yo, así que necesito que los rastrees.-
Hizo varios movimientos con la mano y golpeo el piso con fuerza, un destello de luz salio alrededor de su puño y los cuerpos de su gente se empezaron a iluminar, y se iban consumiendo por esa luz que los rodeaba hasta desaparecer. Una bella manera de cremar a su familia para que no se quedaran abandonados a la intemperie.
-También eh robado su esencia y el poder de su materia, y también les pido perdón por ello.- su pelo volvio recupero el color natural castaño y sus ojos volvieron a brillar.
Volteo hacia mi, y lo único que se me ocurrió para borrar esa tristeza fue cambiar el tema -¿Tu hermana es la mujer del guardián de la oscuridad?- Quería formularle esa pregunta desde que supe que íbamos en su búsqueda pero ahora todo encajaba, ya sabia la respuesta antes que el me la diera.
– Si Lunaris es mi hermana y no es su mujer, es su rehén. Basta de preguntas y empieza a rastrear no tenemos mucho tiempo antes de que la lleven al palacio, saben que la estamos buscando.